martes, 27 de mayo de 2008

Proceso de publicación de un libro III

Capítulo 5. Corrección del manuscrito

Teniendo un manuscrito a la mano, éste debe pasar por muchos filtros antes de llegar a la plancha de la imprenta. Una parte sustancial de todo el trabajo que falta lo realiza el corrector y por tanto “representa uno de los trabajos editoriales más difíciles, pues incluye miles de detalles que ni el propio autor puede detectar a tiempo.” [Datus, 1991, p.70]

La ventaja fundamental del corrector es que puede acercarse al texto “con mayor distancia” que el autor puesto que éste se encuentra comprometido con su escrito y la forma que le ha dado. Sin embargo, nunca debe perderse comunicación con el creador de los mensajes ya que ellos pueden sentir vulnerado su estilo e ideas. Dice Datus: “el corrector tiene que lograr un manejo impecable no sólo de la gramática, sino también de la diplomacia”.

Siguiendo al autor hay siete aspectos a considerar en dicho rubro:

1.- Legibilidad, el corpus del texto debe ser accesible en términos gráficos (la elección de familias tipográficas es de vital importancia de acuerdo al talante del texto a publicar y el público que deseemos captar, es así que elegiremos, para un cuento infantil, fuentes de palo seco o romanas y no rotuladas)

2.- Unificación, abarca temas como corrección ortográfica (debe ser muy minuciosa y coherente), transliteración (sobretodo en caso de traducciones y prestamos lingüísticos coloquiales equivocados), puntuación, homologación de abreviaturas y demás material auxiliar (tablas, notas, fórmulas gráficas, pies de ilustración, etc.)

3 y 4.- Gramática, claridad y estilo. La tarea aquí es depurar errores. La corrección depende mucho del talante del libro a publicar ya que puede tratarse de un texto que deliberadamente falta a las buenas maneras (tal es el caso de la novela Chin Chin el teporocho de Armando Ramírez que en buena parte, evocando la caótica manera de pensar de su psicotrópico personaje, se olvida de reglas ortográficas y da rienda suelta a las convicciones léxicas tepiteñas –de donde es oriundo Chin Chin).

5.- Veracidad de la información, revisando los “datos oscuros” del escrito, el corrector protege al propio autor y a su editorial. Un ejemplo. Leyendo la novela histórica Gonzalo Guerrero de Eugenio Aguirre, que habla sobre uno de los primeros españoles que, presa de un naufragio, llegó al continente americano, fue tomado como esclavo y por azares del destino logró escalar varios niveles en la sociedad maya (llegando a casarse y tener hijos con una nativa). Incluso al llegar la campaña conquistadora de Cortés, Gonzalo rechazó regresar a su natal Andalucía, más aun, decidió luchar y morir a favor de sus hermanos mayas. Todo ello antes de 1520. Bien, resulta que Gonzalo Guerrero (el personaje) en una ocasión “recuerda” algunas obras del Greco, alusión imposible puesto que Doménikos Theotokópoulos, celebre pintor llamado “El greco” por su origen helénico, nace en Creta hasta 1541. Dicho detalle fue errado por el autor e ignorado por el corrector, sobra decir la molestia que ocasiona, sobretodo tratándose de una “novela histórica”.

6.- Propiedad y legalidad, “el corrector tiene la responsabilidad ante el editor de observar en detalle cualquier cosa del manuscrito que pueda violar las leyes nacionales o esté en contra de la política editorial de la empresa, la decencia y la propiedad” [p.76] Esto ya es propiamente oficio de censor, el autor decidirá si acepta los cambios o se va con su texto bajo el brazo.

7.- Detalles de producción, “el corrector, como coordinador del trabajo de autor, ilustrador, diseñador y tipógrafo, es el intermediario que representa al editor y al autor ante los otros operarios.” [p.78]

A las alturas actuales pareciese que hemos divinizado el oficio de corrector, sólo recordemos que su crédito muy pocas veces se exhibe en el escrito. En varios sentidos puede considerárseles una suerte de censores. Es cierto, son filtros de ignorancia.


Fuentes de Consulta:

Smith, Datus C. Guía para la publicación de libros. México, Universidad de Guadalajara, 1991.

1 comentario:

FCPyS dijo...

Hay una rola de los Stones que lleva por título Time is on my side, en tu caso el tiempo no está a tu favor. Sin embargo celebro que estés haciendo el esfuerzo por subir los controles de lectura. Trata de terminarlos en el fin de semana. Échale ganas.
Saludos
Juan Carlos