miércoles, 21 de mayo de 2008

En Medio…

Sobre el texto:

----Cultura Mediática y Poder Mundial----

Denis de Moraes

Sansón y los filisteos

Hubo una vez un animal que quiso discutir con Sansón a las patadas. No se imaginan cómo le fue. Pero ya ven cómo le fue después a Sansón con Dalila aliada a los filisteos.

Si quieres triunfar contra Sansón, únete a los filisteos. Si quieres triunfar sobre Dalila, únete a los filisteos.

Únete siempre a los filisteos.

Augusto Monterroso


Uno como comprador pretende escoger la mejor oferta. Uno sabe que elige y desconoce (o no) que patrocina a la misma fuerza que lo corroe. Elección ciega, mejor dicho sesgada; más aun, dirigida. Somos prisioneros de nuestros moldeados gustos.

El panorama de los medios de comunicación en la actualidad tiene un solo sustantivo: concentración.

Denis de Moraes en los apartados “Paradigma tecnológico y reestructuración empresarial” y “El dominio de la producción simbólica” de su texto Cultura mediática y poder mundial, expone la situación macabra -el significado- de la conglomeración de recursos multimedia en unas cantas super-empresas. El resultado se traduce en el modus operandi de un virus, una vez acomodado, mientras nadie se interponga, se reproduce a placer invadiendo todo lo posible.

Una super-empresa o holding es, siguiendo al autor, “una red corporativa formada por elementos complementarios, pero mantiene una ascendencia sobre el todo, recurriendo a mecanismos de acompañamiento de metas de producción y lucro canalizados por la informatización de procesos y sistemas”, en breve: una máquina de dinero muy eficiente.

Un ejemplo cercano es Sony. La empresa de origen japonés en poco más de 60 años de existencia (fue fundada en 1946) controla buena parte de las ventas en equipos electrónicos (TV, DVD, reproductores de audio, etc), material de soporte (memorias externas, CDs, DVDs, Blue Ray, cintas de video, etc), y además produce entretenimiento en cuatro vías: TV, cine, música y videojuegos. La treta no es infantil, un individuo puede consumir una variedad impresionantes de entretenimiento con un solo sello empresarial, inclusive una cadena entera de sucesos son dominados por la gigante nipona.


Sony, ejemplo de Holding multinacional

Imagen tomada de pepeherrera.com


Supongamos que tengo una fiesta. En la misma los discos producidos por Sony BMG se escuchan gracias a un sistema de sonido Sony, al tiempo tomo fotografías y grabo video con una cámara digital Sony que funciona con energía de baterías Sony y utiliza minidiscos de marca Sony. Estos pequeños discos los reproduzco posteriormente en mi DVD Sony que trasfiere imagen a mi televisión Sony. Las fotografías me gustaron tanto que decido subirlas a la red, así que utilizo la memoria DS Sony de mi cámara Sony y la conecto a mi consola de videojuegos multiusos Play Station 3 (que es de Sony) que también se puede conectar a la red y navegar en la misma.

Gilles Lipovetsky en una parte de su libro El imperio de lo efímero. La moda y su destino en las sociedades modernas afirma: “al institucionalizar lo efímero y diversificar el abanico de objetos y servicios, el apogeo de la moda ha multiplicado las posibilidades de elección, ha obligado a las personas a informarse, a acoger la novedades y a afirmar sus preferencias subjetivas: el individuo se ha convertido en un centro de decisión permanente, en un sujeto abierto y móvil, a través del calidoscopio de los artículos.” ¿Será?

De Moraes continua con un dato aun más grave: 20 conglomerados empresariales emiten dos terceras partes de la información y contenidos culturales que se producen en el mundo. Posiciones estratégicas de la producción total de contenido (bajo la denominación que se quiera) se encuentran en pocas manos y éstas disminuyen apresuradamente.

¿Ante tal hiperconcentración se puede hablar de competencia? Seguro, pero a solas.


Fuentes de Consulta:

  • De Moraes, Denis. Cultura mediática y poder mundial. México, Norma, 2005
  • Lipovetsky, Gilles. El imperio de lo efímero. La moda y su destino en las sociedades modernas. Barcelona, España: Anagrama, 2007

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